Enfermedad de Crohn


La enfermedad de Crohn (EC) es una enfermedad crónica, en cuyo origen intervienen tanto factores genéticos como ambientales, y se caracteriza por la inflamación del intestino. Los pacientes con EC pueden presentar una afectación de todas las capas del intestino y la enfermedad puede localizarse en cualquier parte del aparato digestivo, desde la boca, hasta el ano.

Aunque puede presentarse a cualquier edad, afecta más frecuentemente a personas jóvenes, sobre todo entre los 15 y los 35 años de edad. Afecta por igual a hombres y mujeres.


Síntomas

La EC, al igual que la colitis ulcerosa, cursa en brotes de actividad de la enfermedad, es decir, combina periodos en los que el paciente está asintomático (periodos de remisión de la enfermedad), con otros en los que el paciente presenta síntomas (periodos de actividad de la enfermedad).

En la gran mayoría de los casos, los síntomas aparecen de forma insidiosa, por lo que pueden pasar varias semanas, e incluso meses, antes de que el paciente consulte por ellos.

El síntoma más común es la diarrea crónica. La presencia de sangre en las heces es menos frecuente. También pueden aparecer síntomas como dolor abdominal tipo cólico, cansancio, fiebre, disminución del apetito y pérdida de peso.

Es posible que se existan manifestaciones extraintestinales de la enfermedad, que pueden afectar a los ojos, la piel, las articulaciones y otros órganos. También es posible que se afecte el ano y la región perianal, con la aparición de fístulas o fisuras anales.


Diagnóstico

El diagnóstico de la EC se realiza teniendo en cuenta los síntomas del paciente, así como con una combinación de hallazgos endoscópicos (colonoscopia), histológicos (biopsias) radiológicos y/o de laboratorio. Dado que en muchos pacientes los síntomas iniciales son leves e inespecíficos, es preciso descartar otras enfermedades que causen síntomas similares, incluyendo otras causas de diarrea crónica, sobre todo las de origen infeccioso.


Tratamiento

La EC no tiene un tratamiento curativo, pero sí existen fármacos que controlan la actividad de la enfermedad de una forma eficaz y segura para el paciente. El objetivo del tratamiento es inducir la remisión de la actividad de la enfermedad, es decir que el paciente se encuentre asintomático, así como evitar la aparición de complicaciones y, de esta forma, ofrecer al paciente una buena calidad de vida.

En nuestra Unidad de EII, contamos con un equipo de profesionales con amplia experiencia en el tratamiento de la enfermedad y de las posibles complicaciones que pudieran presentarse, y brindamos a nuestros pacientes nuestra experiencia y nuestros recursos con la finalidad de restaurar y mantener su salud.

Además, ofrecemos a los pacientes que no responden adecuadamente a los distintos tratamientos aprobados para la EC, y que cumplan los criterios apropiados, la posibilidad de participar en los diversos ensayos clínicos, brindándoles la posibilidad de acceder a nuevos fármacos para el tratamiento de su enfermedad.


Más información

Si desea ampliar la información, siga el siguiente enlace: 

 Información para pacientes