Colitis Ulcerosa


La colitis ulcerosa (CU) es una enfermedad crónica, en cuyo origen intervienen tanto factores genéticos como ambientales, y que se caracteriza por la inflamación de la mucosa del colon. La inflamación comienza en el recto y puede afectar una extensión variable del colon, de tal forma que se puede presentar como proctitis (si afecta solamente el recto), colitis izquierda (si afecta desde el recto hasta la mitad izquierda del colon) o colitis extensa (si afecta desde el recto hasta más allá de la mitad izquierda del colon).

Aunque la CU puede presentarse a cualquier edad, afecta más frecuentemente a personas jóvenes, siendo diagnosticada con mayor frecuencia entre los 15 y los 35 años de edad. Afecta por igual a hombres y mujeres.


Síntomas

La CU cursa en brotes de actividad, es decir, combina periodos en los que el paciente está asintomático (periodos de remisión de la enfermedad), con otros en los que el paciente presenta síntomas (periodos de actividad de la enfermedad).

En la gran mayoría de los casos, el inicio de los síntomas es insidioso, por lo que pueden pasar varias semanas, e incluso meses, antes de que el paciente consulte por ellos. Sin embargo, hasta en un 15% de pacientes la CU puede manifestarse de forma aguda, con pérdida de peso, fiebre, aumento de la frecuencia cardiaca y vómitos.

El síntoma típico de la CU es la presencia de sangre en las heces. La enfermedad puede manifestarse como diarrea sanguinolenta o simplemente como un aumento en el número de deposiciones de pequeño tamaño, que pueden acompañarse de la expulsión de moco a través del ano.

Los síntomas casi siempre tendrán relación con el grado de extensión y la gravedad de la CU. Por ejemplo, los pacientes con proctitis pueden presentar sangrado rectal, sensación de vaciado incompleto rectal (tenesmo) y a veces (raramente) estreñimiento. En cambio, los pacientes con enfermedad más extensa pueden presentar además defecación nocturna, expulsión de moco y pus a través del ano, dolor abdominal tipo retortijón e incluso fiebre.

Un grupo de pacientes con CU pueden presentar manifestaciones extraintestinales, es decir, afectación de otros órganos distintos al colon. Así, se pueden afectar los ojos, la piel, las articulaciones u otros órganos.


Diagnóstico

El diagnóstico de la CU se realiza teniendo en cuenta los síntomas del paciente y mediante una combinación de hallazgos endoscópicos (colonoscopia), histológicos (biopsias), radiológicos y/o de laboratorio. Dado que en muchos pacientes los síntomas iniciales son leves e inespecíficos, deben descartarse otras enfermedades que causen síntomas similares, incluyendo otras causas de diarrea crónica, sobre todo las de origen infeccioso.


Tratamiento

La CU no tiene un tratamiento curativo, pero sí existen fármacos que controlan la actividad de la enfermedad de una forma eficaz y segura para el paciente. El objetivo del tratamiento es inducir la remisión de la actividad de la enfermedad, conseguir la curación de la mucosa del colon y evitar la aparición de complicaciones y, de esta forma, ofrecer al paciente una buena calidad de vida.

En nuestra Unidad de EII contamos con un equipo de profesionales con amplia experiencia en el tratamiento de la enfermedad y de las posibles complicaciones que pudieran presentarse, y brindamos a nuestros pacientes nuestra experiencia y nuestros recursos con la finalidad de restaurar y mantener su salud.

Además, ofrecemos a los pacientes que no responden adecuadamente a los tratamientos que actualmente están disponibles y autorizados para la CU, y que cumplan los criterios apropiados, la posibilidad de participar en diversos ensayos clínicos, brindándoles la posibilidad de acceder a nuevos fármacos para el tratamiento de su enfermedad.


Más información

Si desea ampliar la información, siga el siguiente enlace: 

 Información para pacientes