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22 Feb, 2017
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Artículos, Colitis ulcerosa, EII, Geteccu, Investigación, Pacientes, Publicaciones, Unidad de EII La Princesa
Un estudio multicéntrico con 1.055 pacientes ha evaluado el riesgo de reactivación de la enfermedad inflamatoria intestinal (enfermedad de Crohn y colitis ulcerosa) tras la suspensión del tratamiento anti- TNF en pacientes en los que se había alcanzado la remisión con dichos fármacos.
Este estudio, publicado en la prestigiosa revista American Journal of Gastroenterology, concluye que la suspensión del tratamiento anti-TNF no puede ser universalmente recomendada en la práctica clínica, ya que aproximadamente la mitad de los pacientes que suspendieron el tratamiento presentaron una reactivación de la enfermedad. La decisión debe ser individualizada y se deben discutir los riesgos y beneficios con el paciente.
El proyecto ha sido coordinado por María José Casanova, de la Unidad de Enfermedad Inflamatoria Intestinal del Hospital Universitario de La Princesa de Madrid y Javier P. Gisbert, de la misma unidad e investigador perteneciente al Instituto de Investigación Sanitaria del Hospital Universitario de la Princesa (IIS- IP) y al Centro de Investigación Biomédica en Red de Enfermedades Hepáticas y Digestivas (CIBEREHD). En él han participado investigadores de 78 hospitales españoles pertenecientes a las redes de trabajo de la Asociación Española de Gastroenterología (AEG) y del Grupo Español de Trabajo en Enfermedad de Crohn y Colitis Ulcerosa (GETECCU).
Resultados muy relevantes para el manejo clínico Los resultados de este estudio son muy relevantes para el manejo clínico de esta enfermedad. “Un número elevado (el 44%) de los pacientes presentaron reactivación de la enfermedad, con una tasa por año de seguimiento del 18%. Además, se identificaron factores que pueden ayudar a decidir si es conveniente suspender el tratamiento”, explica Casanova.
De acuerdo con los resultados de este estudio, los factores asociados con menor riesgo de reactivación fueron la mayor edad del paciente al suspender el tratamiento y el tratamiento de mantenimiento con fármacos inmunosupresores tras la suspensión del anti-TNF. Los factores asociados con un mayor riesgo de reactivación fueron el tratamiento con adalimumab (vs. infliximab) y la suspensión del tratamiento de forma electiva o por efectos adversos (vs. la suspensión del tratamiento como parte de la estrategia top-down).
Tras la reactivación de la enfermedad, la gran mayoría de pacientes (75%) a los que se readministró el tratamiento anti-TNF alcanzaron nuevamente la remisión. El 11% de los pacientes a los que se les administró de nuevo el tratamiento anti-TNF presentó efectos adversos, la mayoría de ellos leves.
Las conclusiones más importantes del estudio son que la suspensión del tratamiento anti-TNF no puede ser universalmente recomendada en la práctica clínica, ya que aproximadamente la mitad de los pacientes que suspendieron el tratamiento presentaron reactivación de la enfermedad. Sin embargo, la readministración del fármaco es generalmente segura y eficaz, por lo que, como comenta Gisbert, “la decisión de suspender el tratamiento debe ser individualizada y se deben discutir los riesgos y beneficios con el paciente”.
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Se acaba de publicar en la prestigiosa revista American Journal of Gastroenterology una revisión sistemática y meta-análisis sobre el riesgo de recidiva tras la suspensión del tratamiento anti-TNF en pacientes con EII, cuyos autores son el Dr. Javier P. Gisbert, Alicia Marín y la Dra. María Chaparro, de la Unidad de EII del H. de La Princesa.
El objetivo del estudio fue realizar un meta-análisis acerca del riesgo de recidiva tras la suspensión del tratamiento anti-TNF en pacientes con enfermedad de Crohn (EC) y colitis ulcerosa (CU) en remisión clínica, evaluar los factores de riesgo de recidiva, y evaluar la respuesta al re-tratamiento con el mismo fármaco anti-TNF tras la recidiva.
Se incluyeron 27 estudios (21 con infliximab y 6 con infliximab/adalimumab) en los que se evaluó la incidencia de recidiva tras la suspensión del anti-TNF en pacientes con EC y CU que estuvieran en remisión clínica. El riesgo promedio de recidiva tras la suspensión del tratamiento fue de 44% para los pacientes con EC y 38% para los pacientes con CU. En los pacientes con EC, la tasa de incidencia de recidiva fue de 38% a los 6 meses de suspender el tratamiento (a corto plazo), de 40% a los 12 meses (medio plazo), y de 49% después de más de 25 meses de suspender el tratamiento (largo plazo).
En los pacientes con CU, el 28% de los pacientes presentó recidiva a los 12 meses de suspender el tratamiento. En los pacientes con EC en los que se suspendió el tratamiento tomando como criterio únicamente la remisión clínica, la tasa de recidiva fue de 42% a los 12 meses. Esta tasa de recidiva disminuyó al 26% si se suspendió el tratamiento tomando como criterios tanto la remisión clínica como la endoscópica. El 80% de los pacientes que presentaron recidiva de la enfermedad y que fueron tratados nuevamente con el mismo fármaco anti-TNF que se había suspendido, alcanzaron nuevamente la remisión clínica.
Los autores concluyeron que:
- Aproximadamente un tercio de los pacientes con EII que están en remisión clínica con el tratamiento anti-TNF presentan recidiva de la enfermedad en el primer año de suspender el tratamiento. Este porcentaje de pacientes aumenta al 50% a largo plazo.
- En los pacientes con EC, el riesgo de recidiva es menor si se suspende el tratamiento en los pacientes en remisión clínica y endoscópica, que si solamente se toma en cuenta la remisión clínica como criterio para suspender el anti-TNF.
- La respuesta al re-tratamiento con el mismo anti-TNF fue favorable.
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En el próximo número de la revista Gastroenterología y Hepatología el Dr. Javier P. Gisbert, de la Unidad de EII del Hospital Universitario de La Princesa y el Dr. Eugeni Domènech del la Unidad de EII del Hospital Universitario Germans Trias i Pujol firman una excelente revisión sobre el papel de vedolizumab en la enfermedad de Crohn (EC), prestando especial atención a sus propiedades farmacocinéticas/farmacodinámicas, indicaciones, eficacia y seguridad.
Los fármacos anti-TNF, infliximab y adalimumab, son eficaces en el tratamiento de la EC. No obstante, aproximadamente un tercio de los pacientes no responden inicialmente al tratamiento y una proporción relevante experimenta pérdida de eficacia o intolerancia al mismo. Por ello, es evidente que precisamos nuevos fármacos, dirigidos a otras dianas terapéuticas distintas del TNF. Dentro de las alternativas terapéuticas destacan los fármacos dirigidos contra las integrinas. Vedolizumab es un anticuerpo monoclonal humanizado que se une específicamente a la integrina α4β7, inhibiendo la unión de los linfocitos T a las moléculas de adhesión (MAdCAM-1) que se expresan principalmente en el intestino delgado y colon. Por este motivo, y a diferencia de natalizumab, vedolizumab puede considerarse un inmunosupresor específico del intestino, lo que lo hace especialmente atractivo.
El artículo concluye que vedolizumab puede considerarse una opción prometedora para el tratamiento (inducción y, sobre todo, mantenimiento) de la EC moderada o grave y que es una alternativa a las terapias biológicas actuales (adalimumab, infliximab), debido a que su mecanismo de acción es diferente. No obstante, el lugar que ocupará vedolizumab en relación a los demás fármacos para el tratamiento de la EC aún no está establecido, ya que es necesario obtener más experiencia en cuanto a su eficacia y seguridad. Finalmente, habrá que realizar estudios para determinar la eficacia de vedolizumab en el tratamiento de la enfermedad perianal y de las manifestaciones extraintestinales de la EC y su posible sinergia con los fármacos inmunosupresores (azatioprina, mercaptopurina y metotrexato)
Vedolizumab en el tratamiento de la enfermedad de Crohn
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Acaba de ser publicado en la revista Journal of Clinical Gastroenterology un estudio multicéntrico liderado por la Unidad de EII del Hospital de La Princesa, y que contó con la valiosa colaboración de varias Unidades de EII españolas, cuyo objetivo fue evaluar la eficacia del tratamiento con adalimumab en el tratamiento de las fístulas perianales de pacientes con E. Crohn (EC) que nunca habían recibido este fármaco.
Como se sabe, los datos que existen acerca de la eficacia de este fármaco en el tratamiento de la enfermedad perianal de pacientes con EC son escasos. El objetivo del estudio fue evaluar la eficacia de adalimumab en el tratamiento de fístulas perianales de pacientes con EC.
Fueron incluidos un total de 46 pacientes con EC y enfermedad perianal que nunca habían sido tratados con fármacos anti-TNF. El 83% fueron mujeres y el 83% presentaban fístulas perianales complejas. A los 6 meses, 72% de los pacientes presentaron respuesta al tratamiento con adalimumab, mientras que a los 12 meses, 49% de los pacientes presentaron respuesta (41% se mantenían en remisión y 8% presentaron respuesta parcial).
Entre los pacientes con fístulas complejas, 66% respondieron a los 6 meses y 39% a los 12 meses.
La presencia de fístulas complejas fue el único factor predictor de peor respuesta al tratamiento con adalimumab.
Los autores concluyeron que el tratamiento con adalimumab fue eficaz en el tratamiento de las fístulas perianales en pacientes con EC que nunca habían sido tratados con fármacos antiTNF.
Este estudio, contribuye a incrementar el conocimiento acerca del la eficacia de adalimumab en el tratamiento de la enfermedad perianal, el cual constituye una eficaz opción de tratamiento, además del infliximab, para el tratamiento de la enfermedad perianal en pacientes con EC.
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La enfermedad inflamatoria intestinal (EII) es un término que define a una enfermedad crónica caracterizada por la inflamación del intestino1,2.
Aproximadamente el 50% de las pacientes con EII son diagnosticadas antes de los 35 años y el 25% de las pacientes concebirán tras el diagnóstico de la enfermedad, por lo que existe la preocupación sobre el efectos que pudieran tener tanto la enfermedad en sí como los medicamentos utilizados para tratarla en el desarrollo del embarazo y del recién nacido3-5.
Embarazo y EII.
No existe evidencia de que el embarazo empeore el curso de la enfermedad4. Así, las mujeres con EII tienen las mismas probabilidades de sufrir un brote de la enfermedad durante el embarazo que las que presentan antes de éste6-9.
Las mujeres con enfermedad quiescente al momento de la concepción y durante el embarazo tienen el mismo riesgo de presentar complicaciones del embarazo que la población general10. Tal vez presenten una mayor probabilidad de tener recién nacidos de bajo peso para la edad gestacional o prematuros, pero el riesgo es pequeño11, 12.
En cambio, la EII activa incrementa el riesgo de aborto espontáneo, de parto pretérmino (parto antes de las 37 semanas de gestación), de bajo peso al nacer (peso al nacer menor de 2.500 g) y de recién nacidos pequeños para la edad gestacional3, 11, 13-17. Por tanto, la actividad de la EII es el factor predictor más importante de la evolución del embarazo18. De esta forma, el control efectivo de la actividad de la enfermedad es de vital importancia durante la gestación.
Tratamiento de la EII durante el embarazo.
Dado que el mantenimiento de la remisión de la EII es primordial durante la gestación, el objetivo más importante antes y durante el embarazo de una paciente con EII es optimizar el control de su enfermedad mediante el tratamiento médico19, 20.
La mayoría de medicamentos utilizados para la EII no se asocian a efectos adversos importantes. Las tiopurinas y los anti-TNF, son fármacos ampliamente utilizados para inducir y mantener la remisión en pacientes con EII. Sin embargo, existe gran preocupación por parte de las pacientes y de los médicos que las atienden acerca del efecto de estos fármacos durante el embarazo, por lo que una correcta información acerca de los riesgos y beneficios de su utilización durante la gestación y de la importancia del control de la enfermedad es esencial para ayudarles a tomar una decisión sobre si continuar o no con la medicación21.
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ACCU Madrid ha escrito un interesante artículo sobre cuatro puntos de vista acerca de la calidad de vida de los pacientes con EII. Para ello, han recogido la opinión de médicos especialistas, una psicóloga, un paciente y un representante de una asociación de pacientes. Todos han dado a conocer diversos aspectos que para ellos son importantes a la hora de mejorar el día a día de una persona con EII.
El Dr. Javier Pérez Gisbert y la Dra. María Chaparro, de la Unidad de EII del H. de La Princesa, fueron invitados a dar el punto de vista de los médicos especialistas en esta enfermedad, opinando sobre diferentes aspectos, como la importancia de las unidades monográficas y la importancia de la adhesión al tratamiento y la asistencia a las revisiones.
Transcribimos parcialmente el artículo de ACCU Madrid:
Las unidades monográficas
“En un primer momento cuando te diagnostiquen la enfermedad sentirás un alivio al saber que es lo que tienes y todo lo que has pasado hasta el diagnóstico, pero de igual manera tendrás muchas dudas y preguntas de cómo afectará la enfermedad a tu calidad de vida.” Le diría Manuel a un recién diagnosticado.
A la hora del diagnóstico y de responder a todas estas preguntas, las unidades especializadas en EII cumplen un papel esencial.
Los médicos Javier P. Gisbert, jefe de la Unidad de Enfermedad Inflamatoria Intestinal del Hospital de La Princesa, y su compañera en la unidad, María Chaparro nos hablan de las principales características de estas unidades: “las unidades de EII ofrecen un cuidado integral a los pacientes que padecen esta enfermedad. Pone a su disposición una red de profesionales motivados y formados específicamente para darle la solución más adecuada a sus problemas, siempre teniendo en cuenta las preferencias y las circunstancias de cada uno.” Para estos doctores, uno de los valores fundamentales de las unidades de EII es el de la formación “para que comprendan su proceso y la evolución que pueden esperar, lo que les dota de seguridad, autonomía y criterio para participar libremente en la toma de decisiones.”
Seguir el tratamiento y no saltarse las revisiones es muy importante
Así nos lo explican Javier P. Gisbert y María Chaparro, médicos del Hospital La Princesa de Madrid:
“Aunque parezca obvio, las recomendaciones realizadas por el médico o por el personal sanitario, ya sea un tratamiento, una dieta, un consejo sobre el ejercicio físico, una vacunación o cualquier otra norma, sólo funcionará si se realiza correctamente. El grado con el que sigue un paciente las instrucciones acordadas con su médico se denomina adhesión. Y esta adhesión es muy importante, pues se ha observado que los pacientes que no cumplen el tratamiento presentan un mayor riesgo de tener un brote de la enfermedad o de que ésta no se controle adecuadamente.
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